Oracion para confiar en Jesus en medio de las tormentas de la vida. Este pasaje tan hermoso que encontramos en Mateo 14:22-33, es profundamente rico en simbolismo y enseñanza espiritual. Te comparto una reflexión con el corazón abierto, como si estuviéramos meditando juntos ante el Santísimo:
🌊 «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas»
(Mateo 14:28)
Jesús se acerca a sus discípulos en medio de la noche, caminando sobre las aguas agitadas del mar de Galilea. Ellos están en la barca, sacudidos por la tormenta, llenos de miedo. Y es ahí, en medio de la oscuridad y el viento, que Jesús se presenta con una sola frase:
«¡Ánimo! Soy yo, no tengan miedo.» (Mt 14:27)
1. Jesús siempre se acerca en medio de la tormenta
A veces pensamos que Dios solo está presente en los momentos de calma y alegría, pero esta escena nos enseña que Cristo viene a nuestro encuentro especialmente cuando todo parece estar en contra, cuando las olas de la vida nos golpean.
Él no se queda lejos: camina sobre aquello que nos asusta. Para Él, ninguna tormenta es demasiado fuerte.
✨ «Mándame ir a ti…» — La fe valiente de Pedro
Pedro, con el corazón lleno de deseo de estar con Jesús, le dice algo impresionante:
«Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas.»
Y Jesús le responde:
«Ven.»
Esa es la invitación que Jesús nos hace cada día. Nos llama a salir de nuestras zonas de seguridad (nuestra barca), y a caminar hacia Él, incluso si todo parece inseguro.
Pedro lo intenta. Da un paso de fe, y ¡camina sobre el agua!
🌬️ Pero al ver el viento, tuvo miedo… y comenzó a hundirse
¡Qué humano es esto! Pedro caminaba mientras mantenía su mirada en Jesús. Pero cuando quitó la vista de Él y se fijó en la fuerza del viento, el miedo lo venció.
Esta es una enseñanza muy profunda:
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Mientras nuestros ojos estén fijos en Cristo, podremos superar lo imposible.
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Pero cuando empezamos a mirar los problemas, a dejar que el miedo y la duda nos dominen, nos hundimos.
✋ «¡Señor, sálvame!»
Pedro grita, y Jesús al instante extiende su mano y lo sostiene. No lo regaña primero, no lo deja hundirse un poco más… ¡lo levanta inmediatamente!
Qué consuelo saber que cada vez que nos hundimos en nuestras dudas, caídas, o pecados, basta con gritar: “¡Señor, sálvame!” y Él está ahí, con su mano extendida.
🙌 «Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios»
Cuando Jesús sube a la barca con Pedro, el viento se calma. Y los discípulos, que al principio tenían miedo, ahora se postran y adoran.
A veces, la tormenta no cesa hasta que Cristo está verdaderamente dentro de nuestra “barca”, es decir, dentro de nuestra vida, dentro de nuestro corazón.
💬 Reflexión final:
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¿Estoy dispuesto a salir de mi barca para ir al encuentro de Jesús?
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¿En qué áreas de mi vida me está invitando a confiar más, a caminar sobre las aguas con Él?
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¿Dónde necesito gritar “¡Señor, sálvame!” con humildad?
Jesús sigue diciendo hoy:
“Ven”.
No temas. Aunque el viento sople fuerte, si caminas hacia Él, no te hundirás.
Y si tropiezas, Él te sostendrá con su mano.
🙏 Que el Señor te conceda una fe como la de Pedro, valiente y humilde, que camina, aunque tiemble, y que sabe siempre a Quién mirar cuando el miedo ataca. Ahora te comparto una hermosa oracion. Señor Salvame.